Hoy el Dr. Rodrigo Abreu nos explicará el diagnóstico, tipos y el tratamiento del Desprendimiento de Retina (DR).
El desprendimiento de retina
tiene una incidencia aproximada de 1 de cada 10.000 personas. Aunque puede
afectar a cualquier edad, es más frecuente entre los 40 y los 70 años de edad,
así como en pacientes miopes (40% de los casos), traumatismos (10% de los
casos) y aquellas personas con antecedentes familiares de desprendimiento de
retina. Los dos ojos se pueden afectar en el 10% de los casos.
El
desprendimiento de retina consiste en la separación de la retina
neurosensorial del epitelio pigmentario que es el tejido subyacente, causado
por la acumulación de líquido entre ambos.
Síntomas
Los síntomas típicos son: la
visión de destellos o luces, visión borrosa o defectos en el campo visual
referidos como una cortina gris o negra por parte del paciente
Las miodesopsias son
conocidas como moscas volantes y se caracterizan por ser objetos transparentes,
de formas diversas y móviles que se interponen en el campo visual. A veces
suelen ser múltiples y negros, lo que puede ser originado por células del epitelio
pigmentario de la retina liberadas en la cavidad vítrea o por una hemorragia.
Las fotopsias o destellos
luminosos suelen ser repetitivos y localizados sobre un mismo sector del campo
visual, pudiéndonos indicar la presencia de una tracción vitreo-retiniana. Ésto
nos puede hacer sospechar la presencia de una rotura retiniana, aunque no
siempre aparecen como síntoma previo.
A veces el paciente nota
directamente la pérdida completa o parcial de campo visual, refiriéndose a la
misma como una cortina negra que va descendiendo y tapándole la visión Éste síntoma es muy sugestivo de desprendimiento de retina.
Si el área de
desprendimiento es muy periférica o pequeña es posible que los síntomas sean
prácticamente inexistentes.
Cualquiera de estos síntomas
deben ponernos en alerta y son un motivo de consulta con un oftalmólogo En el
caso del desgarro retiniano, un tratamiento precoz puede evitar un
desprendimiento de retina como complicación del mismo y sí ya se ha producido
el tiempo de espera hasta la cirugía es un factor de riesgo importante con
vistas al pronóstico visual del paciente.
Diagnóstico
La anamnesis nos aporta una
valiosa información, así como una orientación diagnóstica bastante aproximada.
Ante cualquiera de los síntomas anteriormente descritos, se debe remitir
inmediantamente al oftalmólogo para que realice una exploración ocular completa
que incluye agudeza visual y exploración del fondo de ojo, con dilatación
pupilar completa, mediante oftalmoscopía indirecta con o sin identación escleral.
Clínica
El desprendimiento de retina
lo podemos clasificar en tres tipos si atendemos al mecanismo de producción del
mismo: regmatógeno, traccional y exudativo.
-
Regmatógeno:
causado por una rotura o desgarro retiniano que frecuentemenete aparece tras un
desprendimiento de vítreo posterior Esto permite el paso de un vitreo
licuado hacia el espacio subrretiniano, lo que produce la separación de la
retina neurosensorial.
-
Traccional:
causado por las tracciones que producen membranas o tejido neoformado. Éstas traccionan
de la retina y la levantan. Las causa principale es la retinopatía diabética
proliferativa
-
Exudativo:
en este caso la retina no tiene soluciones de continuidad ni tracciones, pero
sí hay problemas de permeabilidad vascular debido a patologías oculares o
sistémicas o secundario a tumores, lo que produce la acumulación de líquido
subrretinianao. A diferencia de los tipos anteriores el tratamiento no suele
ser quirúrgico sino el de la patología
de base.
Tratamiento
El objetivo del mismo es la
reaplicación de la retina al epitelio pigmentario, para lo cual hemos de drenar
el líquido subyacente y sellando la posible rotura o desgarro mediante
fotocoagulación láser, criorretinopexia o ambas.
El tratamiento es siempre
quirúrgico, salvo en los desprendimientos exudativos que puede ser el de la
patología de base, existiendo dos vías de realización:
-
Externa: Se utilizan procedimientos esclerales de
identación radiales, cricunferenciales o ambos. Es de utilidad sólo en casos
seleccionados, tiene un índice de éxitos menor que la vitrectomía, pero es
menos invasiva y el riesgo de aparición de catarata post-quirúrgica es mucho
menor.
-
Interna:
Realizamos una vitrectomía accediendo a la cavidad vitrea vía pars plana. Es
como si realizaramos una laparoscopia digestiva, pero en este caso estamos
dentro del globo ocular. Es el procedimiento más extendido, con mayor índice de
éxito y nos permite la utilización intraocular de gases, líquidos de alto peso
molecular que nos ayuden a reaplicar la retina e incluso aceite de silicona, en
los casos complicados . Los intrumentos para vitrectomía ha sufrido un gran
desarrollo en lo súltimos años, sobre todo en el calibre, lo que nos permite
realizarla en el caso de las 23 y 25-gauge sin sutura sesclerales ni
conjuntivales con lo que obtiene una menor inflamación y secundariamente una
recuperación funcional mas rápida.
-
Mixta:
Dependiendo de factores como si el paciente está operado de cataratas o no,
localización, extensión y número de desgarros y del tiempo de evolución del
desprendimiento se puede realizar la aplicación de un cerclaje y una
vitrectomía.
Al finalizar la
cirugía podemos dejar dentro del ojo diversos gases, que nos permiten mantener
la retina aplicada siempre que se mantenga una posicionamiento adecuado de la
cabeza sobre todo los primeros días. En casos muy
concretos de desprendimiento de retina, generalmente complicados y de un peor
pronóstico, se suele dejar intraocularmente silicona. Lo habitual es que de 3 a
6 meses se retire si consideramos que la retina puede permanceer reaplicada, ya
que puede producir como efectos secundarios. El uso de la silicona nos evita los
problemas derivados del uso de gases como la necesidad de posicionamiento.
Pronóstico
El tratamiento
quirúrgico actual del desprendimiento de retina obtiene un índice de éxito de
apróximadamente un 90% con una sola cirugía, por lo que hemos de tener en cuenta que el resto va a necesitar necesitar dos o más
reintervenciones.
La cantidad de
visión recuperada y el tiempo en lograrlo depende de cada caso en particular y
factores como: la extensión del mismo, la afectación o no de la mácula (zona de
máxima visión) y del tiempo de evolución. Si la mácula no se afecta, se suele
recuperar la visión inicial. Si la mácula ha estado afectada 10 o más días, la
recuperación visual es buena y si el tiempo es superior a 2 meses el pronóstico
visual es muy pobre.
La mejor forma de prevenir el desprendimiento de retina es realizar revisiones oftalmológicas, bajo dilatación pupilar, de forma periódica, sobre todo si haya antecedentes personales o familiares.
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